En una jornada que prometía adrenalina y terminó desbordando emociones, dos nombres propios se elevaron por encima del resto y se llevaron todos los aplausos en el hipódromo tucumano: Curioso Honey y Show Goes On. El potrillo de la caballeriza “Waltercito” y el zaino del stud “Abuela Teté” no sólo cumplieron, sino que sorprendieron, emocionaron y cumplieron actuaciones que quedarán grabadas en la memoria de los aficionados. En los clásicos “Jockey Club” e “Irineo Leguisamo”, respectivamente, cada uno escribió su propia historia de carácter, talento y oportunidad.
La carrera reservada para la nueva generación fue un espectáculo a puro vértigo y dramatismo. En los 1.600 metros del clásico “Jockey Club”, Curioso Honey construyó un triunfo que fue mucho más que una victoria: fue una muestra de madurez y una guapeza que no es fácil de encontrar en un potrillo que recién empieza a descubrirse. Con un registro de 1’39”3/5, relegó por apenas un pescuezo a Don Pipper, que vendió cara su derrota hasta los últimos metros.
“Estoy feliz. Le tenía mucha fe, porque era una carrera muy pareja y no había un potrillo que sobresalga del resto”, confesó, aún con la voz tomada por la emoción, Walter Zuco, propietario del descendiente de Curioso Johan. Su mirada retrospectiva le dio aún más valor a lo conseguido: “Me conformaba con que corra bien, pero sabía que podía ganar como lo hizo”.
La campaña del nieto materno de Heliostatic ya venía dejando buenas señales, aunque todavía sin explotar del todo. Y la forma en que se desenvolvió en la pista lo confirma. Desde los primeros metros buscó su lugar cerca del puntero Il Felino. Tras un primer cambio de mando, en el que El Barba Roja lo superó por algunos metros, Curioso Honey volvió a tomar la iniciativa al ingresar a la recta final, donde se hizo fuerte.
“Largó un poco frío, pero enseguida se acomodó. En el palo de los 600 metros sabía que definía, porque es un potrillo que no se entrega nunca”, explicó Zuco, aún sorprendido por el carácter del zaino nacido en el haras La Catedral de Palermo. El propietario también recordó un detalle clave: “En la Polla de Potrillos entró último, pero no tendría que haber corrido. Antes lo picó un bicho y tenía una inflamación. Fue un error nuestro”.
El triunfo no sólo borró aquel mal trago, sino que abrió un nuevo capítulo en la trayectoria del potrillo. Zuco lo confirmó: Curioso Honey viajará a Buenos Aires dentro de 10 días. “Le tengo mucha fe. Recién está madurando”, aseguró.
El entusiasmo del “Jockey Club” fue el preludio perfecto para la otra gran función de la tarde. En el clásico “Irineo Leguisamo”, reservado para los más experimentados, Show Goes On mostró oficio, despliegue y un final demoledor para imponerse por 2 1/2 cuerpos sobre Suffok, registrando un excelente tiempo de 1’53”1/5 para los 1.800 metros.
El pupilo de Juan Sáez, nacido en el haras Costa del Río, demostró que está en un momento ideal y que las carreras de fondo le sientan mejor que nunca. Brito lo resumió con claridad: “Le tenía confianza, pero no imaginé que iba a ganar así, contra caballos tan fogueados. Por cómo se impuso, puede llegar a distancias mayores sin problemas”.
La jornada terminó entre aplausos y con esa sensación que sólo el turf ofrece cuando el talento se combina con la sorpresa. Curioso Honey y Show Goes On no sólo ganaron: iluminaron la tarde, le dieron identidad a una reunión vibrante y se ganaron un lugar en la conversación de todos. A veces, el turf regala señales. Y esta vez, las señales llegaron por intermedio de dos gratas sorpresas.